miércoles, 18 de abril de 2012


La mayoría de las personas pensamos en la igualdad como que todo el mundo estamos al mismo nivel, pero ¿es eso cierto? Por otra parte todos somos diferentes nuestras cualidades, nuestra personalidad, nuestras costumbres y demás que nos hacen ser únicos.
Pero esas diferencias no nos pueden permitir que lleguemos a un punto al que llamamos discriminación, que ocurre cuando pensamos que somos diferentes pero tan exagerado que llegamos a creer que ni siquiera nos parecemos en el simple hecho de ser  personas. Por muchas opiniones que haya de este tipo siempre seremos personas y debemos respetarnos como tal.

No obstante esa es la discriminación negativa que todos conocemos pero hay un tipo de ésta diferente llamado discriminación positiva, que consiste en dar privilegios a la gente que ha sufrido una discriminación negativa.

No creo que esto sea la solución, si lo que de verdad queremos democráticamente es un mundo con igualdad y libre de discriminación no debemos apartar ni beneficiar a nadie, aunque en el pasado, en otras generaciones, el mundo no haya sido justo con ellas.
Lo único que esto provocaría son desventajas para algunos, como puede ocurrir si hay un número fijo de contratos reservados para mujeres que aunque tengan una nota más baja que los hombres tendrían antes plaza que ellos. No es justo, además de que ellos no tengan la culpa de que haya gente machista ni de que en los años anteriores hubiese una mayoría de hombres que creían estar por encima de las mujeres. 

Estos beneficios provocan desigualdad todo lo contrario por lo que hoy estamos luchando, que no es lo mismo que ser diferentes como he mencionado anteriormente cada uno tenemos nuestro talante, aspecto y personalidad, en eso somos diferentes, no en ser personas.
Pero esta desigualdad depende excesivamente del país donde vivas, por el sistema político, leyes y cultura. Con esto me refiero que no todos los países del mundo son iguales, en el momento en el que naces al lado de una familia o otra en un país u otro tu igualdad, en cuanto a los demás, será diferente. ¿Quién no ha oído hablar nunca de la cultura musulmana? Es un tema muy problemático unos dicen que es por su voluntad otros que las mujeres están claramente un escalón, si no más, por debajo de los hombres. De acuerdo con la última opinión creo que poca igualdad hay en esta religión cuando a las mujeres apenas se las puede ver la cara y los hombres pueden ir vestidos como cualquier europeo.

Ni la desigualdad ni la discriminación es justa, así que si queremos todo lo contrario en nuestras manos está que las nuevas generaciones evolucionen y no retornen al pasado.